¿Cómo mejorar los índices reproductivos en una explotación de nodrizas?

Cada vez que un ganadero hace esta pregunta porque quiere mejorar la reproducción en vacas de carne, hay que contestarle con una nueva pregunta: ¿de dónde partimos? Y es que en muchas ocasiones nos encontramos con una ausencia total de datos. Es imposible mejorar algo que desconocemos.

¿Qué datos hemos de conocer?

Pues de cuántos más dispongamos mejor. Como mínimo habría que saber cuántos partos se producen al año por vaca en la explotación, la edad en la que paren por primera vez las novillas, el intervalo entre partos, las vacas que eliminamos por problemas reproductivos, los abortos y los terneros que se mueren en el parto. También, y aunque no es específico de la reproducción hay que controlar el número de terneros que llegan a destete, es decir, la mortalidad de los mismos.

Si esto ya lo tenemos podríamos profundizar aún más, calculando los días vacíos, número de montas (o inseminaciones) por vaca preñada, el “pregnancy rate”, la fertilidad de cada uno de los sementales, los umbrales de rentabilidad…

¿Cómo ponemos esto en práctica?

Cuando comenzamos a trabajar con una explotación, lo primero que tenemos que hacer es recopilar los datos de los años anteriores para poder fijar un punto de partida. A continuación se debe realizar un diagnóstico de gestación a todas las vacas y novillas. Hay que ver cuántas están realmente preñadas y de cuánto tiempo. A partir de ahí comenzamos a analizar la explotación, decidimos si existen o no problemas y comenzamos a tomar medidas.

Desde ANEMBE (Asociación Nacional de Especialistas en Medicina Bovina Española) se va a empezar a registrar los datos de todos los veterinarios y ganaderos que queramos participar para hacer un análisis similar al que se está haciendo con las vacas de leche. Así podremos tener unos datos que nos sirvan de referente para la reproducción en vacas de carne.

Hasta que eso se ponga en marcha y se publiquen datos, los objetivos que nosotros nos ponemos es conseguir un 88-92 % de partos (cada año paren entre 88 y 92 de cada 100 vacas). Además conseguir una mortalidad en el parto inferior al 4 %. Y  adelantar lo más posible la edad al primer parto de las novillas. No son datos ficticios. Ya estamos en estos valores en varios de nuestros clientes.

Prácticas de manejo para mejorar la reproducción en vacas de carne

– Diagnósticos de gestación periódicos para detectar precozmente los problemas y tomar decisiones.

– Desvieje estricto y eliminación de animales subfértiles.

– Correcta condición corporal de los animales.

– Cuidado de la alimentación en pre y postparto.

– Evaluación de los sementales.

– Control de las enfermedades más frecuentes: IBR, BVD, trichomonas, campylobacter, neospora…

– Uso de técnicas de reproducción asistida (tanto para mejora genética como para resolución de problemas puntuales).

– Selección para facilidad de parto y cualidades maternales.

La media nacional está en torno al 60 % de fertilidad. Con esos valores y en la situación actual de costes de producción es prácticamente imposible que una explotación sea rentable. Por eso uno de nuestros primeros objetivos es mejorar la reproducción en vacas de carne.