En las granjas en las que realizamos la gestión de la reproducción de las vacas nodrizas, esta semana (mediados de noviembre) estamos empezando las visitas rutinarias.

¿Cuál es nuestro objetivo? Que el ganadero obtenga más ingresos. ¿Y eso como lo consigue? Con más terneros que provienen de más partos.

Las vacas en anestro (que no salen en celo) son uno de los principales problemas para no alcanzar la fertilidad deseada. Por eso hacemos ecografías para localizarlas y ponerlas en marcha lo antes posible.

El trabajo lo estructuro así:

Reviso una por una a todas las vacas que han pasado el periodo de espera voluntario (45-60 días). También a las que llevan más de un mes paridas y han tenido algún problema. Tanto en el parto como después: retención de placenta, parto distócico, metritis, etc.

Las que se encuentran en anestro necesitan tratamiento en función de su patología: flusing alimenticio, prostaglandina o un cosinch con implante de progesterona. En algún caso particular uso GnRH, pero sólo en casos muy puntuales, porque mi objetivo no es tratar los ovarios. Mi objetivo es que la vaca preñe lo antes posible. A todas ellas las vuelvo a revisar a ver si los tratamientos han tenido efecto.

A las vacas problemáticas en el periparto les reviso el útero y ovarios. Aunque algunos autores americanos dicen que la prostaglandina puede tener efecto en la primera semana postparto, yo me fío más de lo que dicen los autores españoles y europeos como Fernando López Galtius e Irene López Helguera. Afirman que la prostaglandina no es útil hasta mucho después. Personalmente he dejado de pinchar PGF2alfa a las vacas con retención de placenta o metritis desde hace varios años y no he notado ninguna diferencia. Así que para qué hormonar y gastar dinero si no sirve para nada; aunque como dice Giovanni Gnemmi, en estos casos se trata de una cuestión de fe.

¿Por qué todo ese trabajo ahora?

Para conseguir que el 85 % de las vacas estén preñadas en menos de tres meses. Y esto no es lo frecuente pero es perfectamente posible realizarlo. Gestionar la reproducción de las vacas nodrizas, al igual que se hace en las de leche, merece la pena.

Vamos a hacer unos cálculos simples para ver la importancia de hacerlo correctamente. Si asumimos un 60 % de preñeces por cubrición o inseminación, que es una cifra bastante ajustada a la realidad entre vacas y novillas, con 100 vacas en una primera cubrición conseguiríamos preñar a 60. A los 21 días, de las 40 que quedan preñarían 24. Y en el tercer ciclo preñarían otras 9, con lo que nos quedarían 15 vacías. El plazo ha sido de 63 días (si sincronizamos celo y todas ovulan el primer día).

Vacas saliendo de la manga

¿Es rentable gestionar la reproducción de las vacas nodrizas?

No voy a incidir en las ventajas de la concentración de partos, que eso queda para otro artículo. Simplemente vamos a ver cuánto nos cuestan las vacas vacías. Según la investigación que comencé en 2012 y que aún sigue en pie, el coste de una vaca nodriza en la zona centro de España al año es entre 650 y 750 €. Esto incluye costes de amortización de instalaciones, amortización del ganado, mano de obra, alimentación, etc. Para simplificar los cálculos podemos decir que el coste es de 2 € al día por vaca. En este caso con 100 animales el coste de que las vacas se retrasen un mes en quedar preñadas sería: 2 € x 30 días x 100 vacas = 6.000 €.

Mucho más que lo que cuesta el trabajo de pasar a las vacas por la manga. Y por desgracia para mí, muchísimo más de lo que yo voy a cobrar por ejecutar ese trabajo. Es importante apuntar que se trata de un coste de oportunidad. Es un dinero gastado en animales que no producen. Si las vacas produjeran el coste sería el mismo, pero produciría un beneficio asociado.

Así que lo que buscamos con estos manejos previos es un simple objetivo: que todas las vacas y novillas estén ciclando cuando soltemos a los toros. Además estas actuaciones nos pueden servir también para sincronizar celos y realizar inseminaciones a tiempo fijo si lo queremos hacer. Según mis datos, en explotaciones en las que la condición corporal es buena, encuentro problemas en un 20-30 % de las hembras. Normalmente los ganaderos que reclaman estos servicios suelen cuidar la alimentación y reconozco que sólo me encuentro animales puntuales delgados. Si realizáramos las ecografías en granjas con mala CC es muy posible que los animales en anestro sean más de la mitad. En ese caso aún sería mucho más útil el trabajo.

Así que si aún no lo estás poniendo en práctica, ánimo, empieza a controlar la reproducción de las vacas nodrizas, que los resultados merecen la pena.